Con tu bioempresa montada, es posible que lo que estés protegiendo con más celo sea tu propiedad intelectual a través de patentes. Y sí, se trata de algo muy importante (básico, incluso), pero no es lo único que deberías tener en cuenta: una empresa biotecnológica es un ente bastante delicado que necesita muchos cuidados para tener oportunidad de alcanzar el éxito. ¿Por dónde empezar?