22 sept 2010

Bolsas biodegradables a partir de marisco

Foto: James McCauley
Los océanos están siendo uno de los mayores objetos de investigación de la biotecnología, debido a la cantidad innumerable de compuestos de todo tipo que se encuentran en ellos. Son la fuente para fármacos, biocombustibles, alimentos, etc, y podrían contener también la solución para una de las grandes necesidades actuales: los bioplásticos.


El consumo exagerado de bolsas de plástico –por ejemplo –que se da en la mayor parte de los países ha propiciado el inicio de muchas investigaciones en busca de un material alternativo menos dañino para el medio ambiente. Y una de las iniciativas más interesantes está teniendo lugar en Austrialia, donde los investigadores de la Swinburne Unviersity of Technology han empezado a crear bolsas a partir de la quitina.

¿Dónde radica la importancia de esta investigación? La quitina es el segundo polímero natural más abundante en la Tierra, y se puede extraer de los restos de muchos crustáceos, insectos y arácnidos.

Los científicos relacionados con esta investigación destacan también la importancia de haber dado con una fuente para la creación de bioplásticos que no interfiera con la industria agroalimentaria (hasta ahora, el material más habitual es la fécula extraída de varios cereales), que ya está bastante presionada al tener que compatibilizar la producción de comida y la de biocombustibles.

Si las bolsas de quitina se popularizasen, el cambio para el medio ambiente sería enorme: se pasaría de las bosas de plástico, que tardan 5000 años en desaparecer, a las creadas a partir del marisco, que a los seis meses desaparecen sin dejar rastro.

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