Foto: leoplus |
Si tienes una empresa biotecnológica, la internacionalización es una cuestión con la que te encontrarás tarde o temprano, vayan las cosas bien o mal. Si todo va bien, parecerá el siguiente (e imprescindible) paso lógico. Si las cosas van algo peor, se convertirá en la última esperanza para enderezar el negocio. Pero, ¿por qué es tan necesario dar este paso? Te damos algunas razones para la internacionalización de las bioempresas:
- Aumento del valor de la empresa en el mercado. El sector biotecnológico se ha deshecho ya de sus fronteras, por lo que las bioempresas que se siguen queriendo quedar en su país son consideradas casi ajenas a un sector global.
- Mayor acceso a financiación. Cuanto mayor sea el mercado de la bioempresa, mayor será la cantidad de inversores que se interesará por ella.
- Acceso a talento y tecnología. Cada lugar tiene su área de especialización, lo que significa también mejor formación y más experiencia: detecta dónde se hace mejor lo que tú haces y recluta a sus expertos y a sus máquinas.
- Mejora de la productividad y mayor capacidad de innovación. Una cosa lleva a la otra: si estás mejor financiado y tienes un equipo humano lleno de talento, las innovaciones no tardarán en llegar una tras otra.
- Menores costes. Crecer siempre implica mayores beneficios: más tamaño implica más valor y más agilidad en los procesos productivos, lo que desembocará en costes más bajos de forma proporcional.
Por supuesto, es necesario tener también en cuenta un par de aspectos que nos lo podrían dificultar todo: las diferencias de tipo organizativo (zonas horarias, costumbres, etc.) y las cuestiones burocráticas. Claro que no es nada que no se supere con un poco de esfuerzo y atención.
Y si quieres saber más, te animamos a participar en el Curso de Internacionalización de Pymes biotecnológicas promovido por BIC Galicia y BIC Minho. ¡En unos días te daremos toda la información!
Vía | Bioentrepreneur
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