Un día más, hablamos de biocombustibles y de cómo científicos de todo el mundo está volcados en encontrar un sustituto para el petróleo que sea capaz de proporcionar toda la energía necesaria de forma sostenible. A pesar del papel predominante que aquí tienen las algas, también es cierto que lo que ya se está utilizando en muchos casos es maíz para obtener biocombustibles.
Y como ya sabemos, la biotecnología no tiene por qué entrar en el juego tan solo en el momento de transformar el maíz en combustible, sino que puede facilitar mucho el proceso si entra desde el principio. Es decir, cultivando ya un tipo de maíz modificado que, por un lado, haga más sencilla la transformación y, por otro, aumente el rendimiento de la superficie cultivada.
El paso que se acaba de dar ahora en Estados Unidos es importante: han aprobado el cultivo de un tipo de maíz transgénico, el maíz Enogen. Este maíz es especial porque ya lleva incorporadas las alfa-milasas, enzimas claves en la producción de biocombustibles que actualmente se añaden a la materia prima tras ser conseguidas por otros medios. El maíz Enogen ahorra este paso al ya tener las alfa-milasas incorporadas.
Estados Unidos se vuelca así en la carrera por lograr obtener biocombustibles que logren, si no sustituir, por lo menos reducir la dependencia del petróleo. Como siempre, habrá que esperar para saber qué método es el más adecuado y cumpla con los requisitos necesarios: ser capaz de abastecer toda la demanda mundial, ser barato, y no dañar el medio ambiente.
Vía | Febiotec
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