Hablamos mucho de personas bioemprendedoras, de cómo deben ser y de todo lo que hacemos para ayudarlas, pero hay algo que aún no hemos mencionado: ¿cómo son en realidad los bioemprendedores/as? ¿Quién está detrás de las entre 30 y 40 nuevas bioempresas que nacen cada año?
Aunque, como en cualquier otro ámbito, definir un perfil de persona bioemprendedora no deja de ser una gran generalización, sí hay algunos aspectos en los que coincide la mayoría. Por ejemplo, son normalmente gente joven, de entre 25 y 35 años, titulados/as superiores en la rama de Ciencias de la Vida o Química.
Además, suelen tener experiencia en investigación, a la que añaden también alguna estancia doctoral en el extranjero (por lo que hablan por lo menos una segunda lengua sin demasiado problema).
Se podría decir que representan a la juventud más y mejor preparada y formada, si no fuese por una debilidad que también está bastante extendida: la mayor parte de las personas bioemprendedoras carece de los conocimientos necesarios en gestión empresarial.
Esta formación, clave para alcanzar el éxito en cualquier negocio (sea bio o no), es la que de alguna forma lastra a un sector en el que la multidisciplinariedad es si cabe más necesaria que en cualquier otro lado.
Y es por esto que iniciativas como Bioemprende, y en especial su programa de formación Biotraining, tienen una importancia estratégica en la tarea de conseguir que las nuevas bioempresas, no solo sobrevivan, sino que tengan la larga y próspera vida que se merecen.
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