21 feb 2011

El biocarbón: ¿la solución al cambio climático?

Uno de los retos de la ciencia en el siglo XXI es lograr acabar con (o minimizar, siendo más realistas) los efectos del cambio climático, misión para la que ya son muchos los que hablan del biocarbón como solución a todos nuestros problemas. ¿Es esto así? Vayamos por partes:



El biocarbón se produce a partir de la quema de biomasa o residuos orgánicos en una atmósfera modificada baja en oxígeno y, según sus defensores, contribuye a una doble reducción de emisones de CO2. Por un lado, es posible utilizarlo para producir bioenergía, tanto en forma de electricidad como de etanol y metanol, que pueden ser convertidos en biocombustibles.

Por otro lado, si sustituye a los combustibles fósiles evitará sus emisiones de CO2, además de aprovechar los residuos de los que se nutre, evitando así también esas emisiones de CO2 a la atmósfera. El resultado podría ser bastante importante: según un estudio en Nature Geoscience, el biocarbón podría compensar un 12% de las emisiones globales de CO2 a la atmósfera.

Por supuesto, el biocarbón cuenta también con sus detractores. No es que estén en contra de la idea en sí, sino que ven demasiados obstáculos para que los resultados lleguen a notarse: lo que más se echa en falta es un apoyo real a las empresas que han decidido dedicarse al biocarbón, por lo que son pocas las que se han lanzado a la aventura y sus acciones no marcan una diferencia real.

Estos detractores tachan a los defensores de ser excesivamente optimistas, y aseguran que el biocarbón no es la panacea que ellos ven. ¿Quién tendrá razón al final? Tan solo habrá que esperar.

Fuente | Time.com

4 comentarios:

  1. Desconozco el estado de arte de esta tecnología. Sin embargo veo dos inconvenientes a la hora de ponerla en práctica. 1º cuanta masa forestal y de que tipo estamos hablando. 2º cual es la calidad energética del carbón vegetal obtenido.
    Si es el mismo que el que se obtenía en las carboneras de hace 60 años como las de la película Tasio... tendremos que tirar del petróleo y carbón mineral por mucho tiempo.

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  2. Europa no tiene suficientes fuentes de biomasa de madera. Por el contrario, Canada, Russia y el sudeste de los EE.UU. tienen una tremenda cantidad de esta biomasa. A la hora de importarla desde estos países, el desafío está en transformarla en una forma que tenga el máximo valor. La densidad de energía de un combustible es lo más importante cuando se trata de reducir gastos de transporte, pero dichos gastos tienen que ser sopesados con los gastos de producción de ese combustible. En general cuanto más denso sea ese combustible y más altos sean los BTU (British Thermal Unit) por libra, mejor será el combustible. Por lo tanto la densificación de la biomasa se traduce en un ahorro en gastos de trasmporte y almacenaje. Además se produce una mejora del rendimiento energético durante la combustión al haberse eliminado el agua de la biomasa.

    La mayor cantidad de madera densificada que se está importando en Europa es en forma de pellets de madera. Sin embargo, existe un interés considerable en importar pellets de carbón elaborado a partir de biomasa torrefacta. El proceso de torrefacción ha sido usado a pequeña escala durante muchas décadas, pero está siendo ahora mejorado y comercializado. Además, bio-oils están siendo desarrollados y pueden llegar a convertirse en una fuente importante de combustible para Europa.

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  3. Dos compañías destacables trabajando combustibles de biomasa fara centrales térmicas son NewEarth Renewable Energy, Inc. Y HM3 Energy. NewEarth Renewable Energy ha creado un producto de biocarbón llamado E-Coal; un combustible obtenido a partir de un 100% de biomasa, carbono-negativo y renovable. El proceso genera, no sólo biocarbón, sino también bio-oil (pyrolysis oil). E-Coal puede ser quemado junto con carbón mineral o sustituir totalmente el carbón mineral en cualquier central térmica del mundo, sin ninguna adaptación de la maquinaria, pérdida de productividad o servicio al cliente. Substituye al carbón mineral en una equivalencia energética por peso; un kilogramo de E-Coal tiene el mismo poder energético que un kilogramo de carbón mineral.

    HM3 Energy completó hace un año el segundo test. -Biomasa torrefacta pulverizada se mezcló al 50% con carbón mineral, y se quemó en una pequeña instalación de combustión de carbón pulverizado en un instituto de investigación del carbón, el cual replica el modelo de operación de una gran central térmica. Cuando la mezcla se ajustó al 100%, la biomasa torrefacta se comportó exactamente igual que el carbón mineral, con la excepción de que se había necesitado alrededor de un 20% de madera menos que de carbón mineral para mantener la misma temperatura. El test de quemado se prolongó durante más de dos horas operando de forma estable antes de darlo por finalizado. El contenido de azufre fue de sólo 0,03% (con carbón mineral es 0,79%) y las concentraciones de mercurio resultaron indetectables.

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  4. Muchísimas gracias por vuestras aportaciones! :)

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